LA CASA DRAGONES: UNA JOYA HISTÓRICA Y LLENA DE MAGIA EN SAN MIGUEL DE ALLENDE

Esta espectacular casona en SMA fue repensada como un santuario a su historia y a nuestra bebida por excelencia, el tequila. La Casa Dragones es una de las joyas más bellas del país.

En una de las calles empedradas de San Miguel de Allende se erige un dragón de siglos de edad. Nace entre estructuras coloniales que si hablaran, no les alcanzarían las palabras para contar las historias. Pero no es un dragón escamoso y violento, sino una oda al diseño mexicano y a los creativos que lo conforman; no lanza fuego sino historia; y no aplasta, más bien recibe vanguardias para adaptarlas al estilo clásico de la localidad.

Hablamos de la Casa Dragones, el recinto más asediado y querido por los amantes del diseño y la arquitectura, así como por los fieles creyentes del rescate de las propiedades antiguas. Y es que de eso va la arquitectura actual: de salvaguardar los patrimonios dándoles un uso diferente, el cual puede ser aprovechado por la comunidad.

Un espacio con historia

San Miguel de Allende no requiere presentación, pues es una de las ciudades coloniales más importantes del país; que dicho sea de paso, fue nombrada como Patrimonio Cultural por la UNESCO y como la mejor ciudad pequeña del mundo. Sin embargo, también es el hogar de un dragón precioso que está representado simbólicamente en esta fascinante casa, cuya historia rebasa toda expectativa.

La construcción de este recinto data de 1671, cuando era una de las caballerizas más importantes del lugar, pues albergaba el escuadrón de élite de los gobernantes de la época. Pocos podían entrar a la casa, pero quien lo hacía no tenía reparo en disfrutar de la fuerza y seguridad que las paredes grandes brindaban. Durante la guerra de Independencia también sirvió de escondite y de hogar, por lo que destila tantas historias y anécdotas que quizá, nunca terminaríamos de contar o escuchar. Tras varios años de servir como una especie de cuartel, fue abandonada y por ende, descuidada.

Ya en el siglo XX pasó por un primer rescate y remodelación; sin embargo, fue hasta 2022 que llegó el cambio que nos emocionó a todos. Nos gusta pensar que el dragón renació con más fuerza, con más soberbia y por ende, con más armas. Es más, resurgió con un estilo completamente diferente, pero manteniendo la esencia de lo que fue, es decir, de un recinto de importancia histórica y arquitectónica en una comunidad igualmente especial en el país.

La Casa Dragones hace honor a quien ahora vive en ella: el tequila de tradición del mismo nombre y que no solo representa la mexicanidad como un privilegio, sino que se mueve entre las olas de sabores, hechuras y producciones de cuidado pocas veces vistas. No se trata de un tequila en producción masiva que se vende y se consume, sino que es un ritual casi sagrado que empieza desde el campo y culmina en el paladar. Podemos deducir, entonces, que la casa es un referente total del tequila pues posee el espíritu independiente y aguerrido, incluso protector de la tradición.

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