BERTHA GONZÁLEZ: LA MUJER MÁS INNOVADORA EN EL MUNDO DE LA COMIDA Y LA BEBIDA

El yate de colección Freedom flotaba en el río Hudson, dejando atrás los muelles de Chelsea, con la promesa de buena comida y tequila caro.

Gemelo del yate presidencial Sequoia, Freedom es un yate a motor clásico de 31.6 metros de eslora, construido por Mathis Yacht Building Co., de Camden, Nueva Jersey, en 1926. Firmado por el reconocido diseñador náutico John Trumpy, fue completamente restaurado en 2009 y puede alojar a diez huéspedes en cinco camarotes.

Uno de sus copropietarios es Bob Pittman, director de medios y plataformas de entretenimiento en Clear Channel Communications Inc. y, lo más importante, cofundador de Tequila Casa Dragones.

Estuve en esta aventura náutica para una degustación de Casa Dragones, uno de los recién llegados a la categoría de los destilados de alta gama, que incluye marcas como Don Julio 1942, Gran Patrón Burdeos y Partida Elegante, tequilas que tienen precios de hasta 500 USD por botella. Casa Dragones puede adquirirse por 275 USD en Crush and Astor Wines.

La otra cofundadora de la compañía y CEO es Bertha González Nieves, primera mujer en ser nombrada Maestra Tequilera. La propia González Nieves nos explica: “Es un nombramiento que otorga el Consejo Regulador del Tequila y es el más alto reconocimiento en la industria”.

Mientras disfrutábamos de unas ostras punto azul, nos contó más detalles sobre cómo logró entrar en ese enclave masculino.

“Cuando comienzas a trabajar en esta industria, desmoraliza llegar a las juntas y ver que casi no hay mujeres”, dice. “Al pasar el tiempo me quedó claro que el común denominador es la pasión por el oficio. Así es como yo lo manejé. No encaré a la industria de los destilados desde un punto de vista femenino, sino desde el punto de vista de la pasión”.

Su producto es un destilado de color platino, cien por ciento de agave azul, designado como tequila joven. Se produce en cantidades limitadas en Tequila, México. El nombre proviene de los Dragones, un escuadrón de caballería de elite que “encabezó uno de los alzamientos que condujeron a la Independencia de México”, de acuerdo con documentos de prensa de la compañía.

En la copa, su aroma combina notas florales y cítricas. El primer sorbo sabe a vainilla y frutas con especias, y el final de boca es limpio, cálido y deja una sensación muy suave en la garganta.

El Freedom avanzaba por el río, con la Estatua de la Libertad enarbolando su antorcha como inspiradora vista. Imitando su majestuosa pose con una copa Riedel de Casa Dragones en la mano, dediqué un brindis a la salud de la colosal reina del Puerto de Nueva York. “A las multitudes que se arremolinan a tus pies: esto les va a encantar”.